Diagnóstico del cáncer

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David Hinds, histotecnólogo

Tener un diagnóstico preciso del cáncer es esencial para decidir qué plan de atención será el más eficaz para ti. Además de un examen físico, los médicos usan los resultados de muchas pruebas, como análisis de sangre, pruebas de imagenología y biopsias, para diagnosticar el cáncer y determinar si se ha diseminado a otras partes del cuerpo.

Nuestros radiólogos utilizan las tecnologías de imagenología más avanzadas para detectar el cáncer de forma segura, y nuestros patólogos emplean técnicas sofisticadas para identificar con precisión el tipo y la extensión (o estadio) de la enfermedad que tienes.

Debido a que siempre nos dedicamos únicamente al cáncer, aportamos una enorme cantidad de experiencia al diagnóstico de todos los tipos de la enfermedad, incluso en sus formas más raras. Y al igual que nuestros oncólogos, nuestros radiólogos y patólogos son todos expertos subespecializados en sus respectivos campos. Por ejemplo, los integrantes de nuestro Servicio de Hematopatología utilizan pruebas avanzadas diseñadas específicamente para diagnosticar enfermedades de la sangre, células formadoras de sangre y tejidos y órganos que forman el sistema linfático.

Nuestros investigadores desarrollaron y actualmente usan una herramienta llamada MSK-IMPACT™ que analiza muestras de tumores individuales en busca de mutaciones genéticas y luego correlaciona los hallazgos con datos clínicos sobre cómo podría responder ese tumor a los tratamientos.

Las tecnologías más nuevas, algunas de las cuales se desarrollaron o perfeccionaron en MSK, están mejorando nuestra capacidad para diagnosticar el cáncer con precisión y hacer recomendaciones de tratamiento más informadas. La secuenciación genética, por ejemplo, puede concentrarse en anomalías genéticas específicas que impulsan el crecimiento de células cancerosas y puede ser el objetivo de ciertas formas de terapias basadas en fármacos.

Además, se pueden usar análisis de sangre especiales que miden los marcadores tumorales liberados por las células cancerosas (y a veces por las células sanas) en la sangre para diagnosticar el cáncer o detectar su regreso, planificar y controlar el tratamiento o predecir el pronóstico.